El superávit de la temporada en Segunda (más de 120 millones de pesetas) se sumaba al de la temporada actual (133 millones de pesetas). Tras los últimos fiascos, la afición no esperaba nada nuevo para la temporada 2005-2006. Juan Ignacio Martínez era el entrenador y Francisco Gómez Hernández puso a su disposición a una gran plantilla a la que debía conjuntar avalada por el secretario técnico Miguel Torrecilla. Una plaga de lesiones hizo debutar a un joven Camarasa.